LECCION DE ANATOMIA

El final de 2016 y comienzos del 17, ha estado marcado en mi obra, por un cambio en los conceptos, a nivel de pretextos.

Si en mi etapa anterior, me preocupaba el movimiento orgánico y la formación de la materia con la serie Quarks, así como los distintos homenajes a artistas ya fallecidos, que de alguna forma, me han gustado e influido ya sea en mis formas, o en mis ideas para con el arte contemporáneo, desde el final del pasado año, mis trabajos, comenzaron a desligarse de los conceptos anteriores, para entrar en un terreno más profundo e irónico, en algunos momentos, con respecto a esa gran incógnita que es la muerte, quizás, el paso, haya sido las obras que titulé VIRUS, donde desarrolle la idea de destrucción de una forma de vida u organismo perfectamente sincronizado para tener una existencia estructurada y vital; comencé utilizando un módulo del perfil de un cráneo, con el que “jugué”, realizando varios trabajos sobre tela o madera, en los que por técnica mixta, unida a la estampación serigrafica, desarrolle series, donde el color fue el protagonista y donde en parte de ellas, aún persistían los Quarks, también desarrollé la misma imagen, con tres dibujos, el primero: VIRUS ROJO; conformando el cráneo toda una agrupación de quarks, y un virus central, que de alguna forma, asociaba a la muerte, después realice dos con un texto de base, donde se anima a superar la parte trágica de la vida; por último, comencé de nuevo a trabajar sobre chapa de hierro; material que ya utilice en la serie ESPORAS y en la serie BLOSSFELDT, en principio, los trabajos se relacionan con la muerte, pero de una forma irónica, como en la obra CLOWN, montaje de la imagen gráfica de un cráneo, con tibias cruzadas, en señal de peligro o como símbolo de prohibición, utilizando una técnica mixta ya sabida, con estampación serigrafica, aguafuerte y ceras, a la cual coloque una nariz de payaso, guiño mordaz, al sentido del símbolo que representa, así mismo realicé otro montaje, con otras cinco chapas, con una radiografía de perfil de un cráneo, el cual manipule, incluyéndole en la cabeza el símbolo del dólar y creándole lo que irónicamente seria el hueso de una larga nariz, símbolo del mentir de Pinocho, la obra, la proyecte como RADIOGRAFÍA DE UN POLÍTICO, que en la individual que realice el pasado enero en los Reales Alcázares de Sevilla, al enterarme que inauguraría la muestra la Teniente Alcalde, Delegada de Cultura de Sevilla, me pareció algo fuerte y cambie el título por PINOKIO.

Cuando termine la exposición, seguí trabajando con el concepto de la muerte, haciéndole fotos a un cráneo que tengo en el estudio y que sirvió como obra, una vez manipulada, para un homenaje a Marcel Duchamp, exposición que se desarrolló en la Galería Juana de Aizpuru en Sevilla, allá por los años 70 del pasado siglo, dichas fotos trate digitalmente, creando un montaje con ellas, del cual tengo creada una maqueta, igualmente, del mismo cráneo pretendo hacer una imagen ampliada a 2×2 metros, que aún tengo mis dudas de cómo y sobre que, la realizare.

Pero es a raíz de otra obra que he realizado el pasado mes de febrero, para la próxima muestra, llamada JOVENES NOMADAS, en el Alcázar de Sevilla, donde utilizo la imagen gráfica de un corazón y un cerebro y a la que título RAZON Y PASION, cuando comienzo a interesarme por las imágenes antiguas, de la anatomía del cuerpo humano.

Esta nueva serie que llamo LECCION DE ANATOMIA, en recuerdo de la famosa obra de Rembrandt con el mismo título, y que como comentaba, comienza con RAZON Y PASION, es transgresora, en cuanto a los pretextos gráficos empleados, en realidad son abstracciones de los motivos reales, ya que están sujetos a la visión personal de cuantos dibujantes la realizaron, en esos momentos, no existía la fotografía o no se utilizaba para fines médicos, por lo tanto, esos dibujos, grabados o litografías tenían una fuerte carga artística y en muchos casos estéticas, ya que la sociedad en ese tiempo, gustaba ver imágenes que no fueran demasiado crudas.

La obra que cito anteriormente, se trata de una instalación, formada por dos planchas de hierro de 100 x 100 cms. Tratadas con barnices, ácido nítrico y una estampación serigrafica de un cerebro muy pixelado en una y un corazón en la otra, encima del corazón, otras seis chapas con la estampación del mismo corazón, se repiten en señal o como concepto, que aunque el cerebro (la razón) proyecta la vida, es el corazón (la pasión) el que se implica en realizar las ideas, es el resorte, el artesano que impulsa la acción, el patrón de un barco que defiende la vida y las ideas, y hace en definitiva posible los sueños.

En medio de esta incipiente serie, he realizado tres instalaciones que llamo QUIROMANCIA, ATRAPANDO EL  MOVIMIENTO y LIBERANDO EL MOVIMIENTO la primera se trata de la imagen gráfica de una especie de cartel donde se ve una  mano en ella aparecen distintas líneas surcando la palma así como símbolos y caracteres referentes a este viejo ejercicio de leer las manos que cuenta con 5000 años de antigüedad y que a pesar de las múltiples vicisitudes por las que han pasado los que la practicaron (en la Edad Media se quemaban por brujas a las que la hacían) hoy día se sigue practicando en distintos lugares y en especial por la etnia gitana. La segunda y tercera instalación se trata de manos que intentan agarrar algo tan abstracto como es el movimiento y la otra liberarlo, la mano atrapa un quarks que después libera. Tras estas obras, sigo con otras imágenes anatómicas del siglo XVIII y XIX, las cuales manipulo, incluyéndole parcialmente mis quarks, como símbolo integrador personal, así como otros de mi iconografía; la decisión de emplear elementos del cuerpo humano, como pretexto en la ejecución de mis actuales obras, parte, de la importancia que con la edad, se les va dando a cualquier parte de nuestra anatomía; mientras mayor somos, más nos vamos dando cuenta, de este maravilloso organismo con que contamos y que nos acompaña durante toda la vida, su funcionamiento es mágico y misterioso, así la técnica y el material que empleo, también crea ese halo de misterio; chapa de hierro, que me gusta morder con ácido nítrico, tras verter como dripping o pintar con barnices, lacas o esmaltes, sobre su superficie pulida, estampando después con tinta serigrafica, la imagen en negro y que después, junto al resultado de la corrosión por el ácido, terminare con Betún de Judea y ceras, creándose con ello una misteriosa imagen de sugestivas texturas.

Esta serie, aunque complicada por su concepto y realización, me resulta altamente estimulante para desarrollarla e incluso pienso ya en grandes formatos.

Fernando Baños / marzo de 2017